Este es uno de los CUENTOS DE ENERO, te animamos a que lo leas, no cuentes que te ha parecido y vayas pensando de quién será.
Pronto te daremos más pistas sobre su autor o autora
LA
ABEJA VAGA
Erase
una vez, en un árbol de un parque, una colmena con millones de
abejas. Entre ellas había una especialmente trabajadora. Nunca
faltaba al trabajo.
Un
día, cuando se posó en una flor al lado de unos niños, escucho que
decía uno de ellos:
-Yo
no voy a trabajar y me voy a ir a jugar un partido de fútboll para
divertirme.
-¿Y
qué le dirás a mamá cuando te pregunte por la tarea?
-Le
diré alguna mentira.
Entonces
la abeja se quedó pensando...”¿Qué pasaría si no trabajara para
divertirme?”
Al
día siguiente, la abeja no trabajó nada. Al rato le entro hambre y
se le ocurrió mentir a una abeja que pasaba por allí, porque no
quería levantarse:
-Perdone,
me podría dar un poco de miel, es que estoy enferma
-Claro,
espero que se recupere. -Le contesto la otra abeja.
Así
estuvo durante una semana y las abejas pensaron que estaba mintiendo:
-Llevas
demasiados días enferma. ¡Ve tú a por la miel!A mi ya no me
engañas más.
Por
no levantarse, se quedó días enteros sin comer nada, hasta que
enfermo de verdad. Entonces, probó a preguntar de nuevo:
-Esta
vez es de verdad que estoy enferma.¿Me puedes traer un poco de miel?
-Yo
no te creo. ¡Pregunta a otra abeja!¿A ver si te cree o piensa que
es mentira como yo?
Después,
la abeja se fue de esa colmena, a ver si encontraba otra para que le
trajeran la miel sin que ella trabajase.
Entonces,
se posó en una flor y se encontró a los niños de la otra vez:
-¡Me
han castigado por no trabajar, la profesora!Y aparte mamá me ha
castigado sin la nintendo.-Dijo el niño llorando y secando se las
lágrimas que le estaban cayendo por las mejillas.
-¡Te
está bien empleado por no trabajar!Yo, como ya he trabajado, me voy
a jugar al futboll con mis “compis” de clase que han hecho el
trabajo.
-¡Joooooo!
¿Por que tu puedes y yo no?Es muy injusto.
-Yo
puedo por que trabajé duro. Y tu mientras jugando al futboll. Pues
ahora me toca a mi.
La
abeja pensó. “Es lo mismo que me ha pasado ha mi”. Y se dijo
para sí:
Volvió
a la colmena y pidió perdón. Sus amigas la ayudaban cuando
descansaba. Y ella también las ayudaba cuando ellas descansaban.
Pero nunca volvió a hacer lo que hizo. ¡También el niño aprendió
la lección!Y siempre se iba a jugar al futboll con su hermana,
cuando terminaban el trabajo.
FIN
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