EL LABERINTO MISTERIOSO

Todo empezó una calurosa mañana de verano. Raúl pasaba tranquilamente por su barrio, cuando, de repente:

¡Socorro! ¡Socorro! ¡Ayuda!

Empezaron a sonar gritos desesperados. Él ya se imaginaba lo que pasaba. Ya había sucedido otras veces. Alguien se había perdido en el bosque, y Raúl fue a ayudar.

Cuando entró en el bosque, Raúl se cayó en una gran fosa. Allí había un montón de personas. Raúl quería escapar, y una de esas personas le dijo que estaban escarbando un agujero para escapar y les faltaba muy poco. Raúl ayudó y así escaparon, pero salieron del agujero en un laberinto.

Y uno dijo:

-¿Y ahora que?.

-No tengo ni idea.

Pero todavía no sabían lo peor: es que en este laberinto se encuentra un gran hombre toro. Empezaron a andar por el laberinto intentando escapar hasta que se encontraron con el hombre toro y comenzaron a correr desesperados escapando de aquella criatura pero al final les pilló para decirle:

- ¡Esperad!, yo solamente quiero ser vuestro amigo.

Dialogaron con el hombre toro y se hicieron amigos

• ¿Nos puedes decir el camino al final de este laberinto?
• ¡Claro!

Llegaron al final del laberinto pero había un monstruo muy grande y no lo vencieron y volvían a aparecer de nuevo en el laberinto, como en un videojuego.

Pero un día, lo intentaron con todas sus ganas y lo vencieron. Pero para su sorpresa, el monstruo fue disminuyendo hasta convertirse increíblemente: ¡en un pavo real que hablaba! El pavo les cayó muy bien y se hicieron amigos. El pavo les contó que el estaba ahí embrujado por una bruja y que estaba ahí para que nadie entrara en su castillo, que estaba detrás.

Al final, entraron en el castillo y mataron a la bruja.

FIN

Yo creo que lo ha empezado Sara, lo ha continuado Pablo Rafael y lo he terminado yo (Baldo)