TIROLINA
- Consistía en engancharse el arnés a la cuerda que cruzaba el río a lo ancho, ponerse el casco por precaución y dar un paso al vacío y lo que quedaba era disfrutar de la brisa acariciándote en el cabello. Después había otra tirolina mucho más pequeña en la que también se cruzaba el río a lo ancho y alguna gente se caía.
2º
Fuimos andando con los materiales ya puestos a un monte.
3º
Nos dividimos en los grupos que hicimos en el camping.
4º
Nos fuimos tirando de uno en uno en las dos tirolinas.
OPINIÓN:
Nos gustó mucho porque fue un subidón de adrenalina para todos los
que nos tiramos. Y sobre todo echamos unas risas con la gente que se
cayó en todo el agua.
Imagen de un niño cayéndose
Realizado
por: Baldo Sagarra Lenguasco y Mario Fernández Sánchez.
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