EL NIÑO PRODIGIO

Hace tiempo, en Madrid, vivía un niño prodigio.

Se llamaba Toni y era aficionado a los edificios más importantes del mundo pero, casi nunca, iba de viaje, pero un día decidió ahorrar para hacer viajes.

Cuando pasaron cinco años Toni tenía 15 años y ahorró 9.000 euros.

El día de su cumpleaños decidió hacer un viaje a Manhattan, New York y

tardó en avión siete horas y media.

Como en el viaje llevaba la cámara, vio todas las fotos que había hecho.

En el avión había tres ladrones que querían las fotos que Toni hacía y a él.

Toni no se dio cuenta de que ellos estaban ahí.

La azafata le dio un café y se fue a caer pero Toni utilizó sus poderes de telequinesia y el café flotó.

Cuando llegó a Manhattan lo primero que hizo era irse a la Estatua de la Libertad. Se subió e hizo una foto a todo lo que se veía.

Más tarde bajó e hizo una foto a la Estatua.

Se quedó a dormir en un hotel una noche porque no le quedaba mucho tiempo.

Por la mañana fue en avión a París (Francia) a ver la Torre Eiffel y los tres secuestradores al lado suyo.

Cuando llegó eran las cuatro de la madrugada y se fue al mejor hotel al lado de la Torre Eiffel, tenía cinco estrellas.

A las 12 de la mañana Toni se levanta muy cansado y se va a la Torre eiffel. Arriba se tomó el desayuno e hizo una foto.

Al rato se fue al Parque de atracciones Disney Land y estuvo... pues más de tres horas.

Más o menos a las cinco y cuarto se fue para Inglaterra a ver el Big Ben y allí se tomó las doce uvas pero cuando terminó la fiesta, los tres malos lo cogieron y le quitaron todas las fotos que tenía y le secuestraron.

Los tres malos querían 5.000 euros y una avioneta.

Como Toni tenía más de 5.000 euros se los dio. A las siete semanas le soltaron.

¡Menos mal que Toni hizo una copia de todas las fotos!

Toni llamó a la policía y metieron en la cárcel a los tres durante diez años.

Toni al final cumplió su sueño pero no muy feliz.

FIN