domingo, 3 de marzo de 2013

LECTURAS CORTAS



LECTURA Nº15

En aquel tiempo no tubo ningún amigo. También allí era distinto a todos. Era 
torpe, lento, sin gracia. No se ganaba la simpatía de los profesores ni de los muchachos. En el recreo, se sentaba solo en un banco y veía jugar a los demás, sin alegría. Únicamente, a veces, en la iglesia lloraba, sin saber por qué. El maestro de Catecismo y le castigaba de rodillas. Durante las vacaciones de verano se encerraba en su casa, jugando con cajitas de cerillas, bolas de cristal, estampas y rosarios. Hizo un pequeño altar con pedacitos de vela y enterraba a los pajaritos muertos. En una ocasión, su padre le trajo a un caballo de cartón. Se le rompió una oreja, y el agujero negro le producía mucho miedo. Lo escondió en una habitación, y no jugaba nunca con él. El quería ser santo, como otros niños quieren ser aviadores o toreros.

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