sábado, 13 de abril de 2013

AQUELLOS POBRES FANTASMAS


Este es otro cuento de 
GIANNI RODARI

En el planeta Bort vivían muchos fantasmas. ¿Vivían? Digamos que iban tirando, que salían adelante. Habitaban, como hacen los fantasmas en todas partes, en algunas grutas, en ciertos castillos en ruinas, en una torre abandonada, en una buhardilla. Al dar la medianoche salían de sus refugios y se paseaban por el planeta Bort, para asustar a los bortianos.
Pero los bortianos no se asustaban. Eran gente progresista y no creían en los fantasmas. Si los veían, les tomaban el pelo, hasta que les hacían huir avergonzados.
Por ejemplo, un fantasma hacía chirriar las cadenas, produciendo un sonido horriblemente triste. En seguida un bortiano le gritaba: —Eh, fantasma, tus cadenas necesitan un poco de aceite.
Supongamos que otro fantasma agitaba siniestramente su sábana blanca. Y un bortiano, incluso pequeño, le gritaba: —A otro perro con ese hueso, fantasma, mete esa sábana en la lavadora. Necesita un lavado biológico.
Al terminar la noche los fantasmas se encontraban en sus refugios, cansados, mortificados, con el ánimo más decaído que nunca. Y venían las quejas, los lamentos y gemidos.
¡Es increíble! ¿Sabéis lo que me ha dicho una señora que tomaba el fresco en un balcón? «Cuidado, que andas retrasado, me ha dicho, tu reloj se atrasa. ¿No tenéis un fantasma relojero que os haga las reparaciones?»
¿Y a mí? Me han dejado una nota en la puerta sujeta con un chincheta, que decía: «Distinguido señor fantasma, cuando haya terminado su paseo cierre la puerta; la otra noche la dejó abierta y la casa se llenó de gatos vagabundos que se bebieron la leche de nuestro minino».
Ya no se tiene respeto a los fantasmas.
Se ha perdido la fe.
Hay que hacer algo.
Vamos a ver, ¿qué?
Alguno propuso hacer una marcha de protesta. Otro sugirió hacer sonar al mismo tiempo todas las campanas del planeta, con lo que por lo menos no habrían dejado dormir tranquilos a los bortianos.
Por último tomó la palabra el fantasma más viejo y más sabio.
Señoras y señores —dijo mientras se cosía un desgarrón en la vieja sábana—, queridos amigos, no hay nada que hacer. Ya nunca podremos asustar a los bortianos. Se han acostumbrado a nuestros ruidos, se saben todos nuestros trucos, no les impresionan nuestras procesiones. No, ya no hay nada que hacer... aquí.
Graphics
¿Qué quiere decir «aquí»?
Quiero decir en este planeta. Hay que emigrar, marcharse...
Claro, para a lo mejor acabar en un planeta habitado únicamente por moscas y mosquitos.
No señor: conozco el planeta adecuado.
¡El nombre! ¡El nombre!
Se llama planeta Tierra. ¿Lo veis, allí abajo, ese puntito de luz azul? Es aquél. Sé por una persona segura y digna de confianza que en la Tierra viven millones de niños que con sólo oír a los fantasmas esconden la cabeza debajo de las sábanas.
¡Qué maravilla!
Pero ¿será verdad?
Me lo ha dicho —dijo el viejo fantasma— un individuo que nunca dice mentiras.
¡A votar! ¡A votar! —gritaron de muchos lados.
¿Qué es lo que hay que votar?
Quien esté de acuerdo en emigrar al planeta Tierra que agite un borde de su sábana. Esperad que os cuente... uno, dos, tres... cuarenta... cuarenta mil... cuarenta millones... ¿Hay alguno en contra? Uno, dos... Entonces la inmensa mayoría está de acuerdo: nos marchamos.
¿Se van también los que no están de acuerdo?
Naturalmente: la minoría debe seguir a la mayoría.
¿Cuándo nos vamos?
Mañana, en cuanto oscurezca.
Y la noche siguiente, antes de que asomase alguna luna (el planeta Bort tiene catorce; no se entiende cómo se las arreglan para girar a su alrededor sin chocarse), los fantasmas bortianos se pusieron en fila, agitaron sus sábanas como alas silenciosas... y helos aquí de viaje, en el espacio, como si fueran blancos misiles.
No nos equivocaremos de camino ¿eh?
No hay cuidado: el viejo conoce los caminos del cielo como los agujeros de su sábana...

PRIMER FINAL: Llegaron a la Tierra

...En unos minutos, viajando a la velocidad de la luz, los fantasmas llegaron a la Tierra, a la parte que estaba entonces en sombra, en la que apenas acababa de empezar la noche.
Ahora romperemos filas —dijo el viejo fantasma—, cada uno se marcha por su lado, y hace lo que le parezca. Antes del alba nos reuniremos en este mismo sitio y discutiremos sobre la situación. ¿De acuerdo? ¡Disolverse! ¡Disolverse!
Los fantasmas se dispersaron por las tinieblas en todas direcciones.
Cuando volvieron a encontrarse no cabían en la sábana de alegría.
¡Chicos, qué gozada!
¡Vaya suerte!
¡Qué fiesta!
¡Quién se iba a imaginar encontrar todavía a tanta gente que cree en los fantasmas!
¡Y no sólo los niños. También muchos mayores!
¡Y tantas personas cultas!
¡Yo he asustado a un doctor!
¡Y yo he hecho que a un comendador se le volviera blanco el pelo!
Por fin hemos encontrado, el planeta que nos conviene. Voto que nos quedemos.
¡Yo también!
¡Yo también!
Y esta vez, en la votación, no hubo ni siquiera una sábana en contra.

SEGUNDO FINAL: Llegaron al planeta Picchio

...En unos minutos, viajando a la velocidad de la luz, los fantasmas de Bort llegaron a gran distancia de su planeta. Pero en las prisas por irse no se habían dado cuenta de que en la cabeza de la columna se habían colocado... justamente aquellos dos fantasmas que votaron contra el viaje a la Tierra. Por si os interesa saberlo, eran dos oriundos. En otras palabras, eran dos fantasmas de Milán a los que habían hecho salir huyendo de la capital lombarda un grupo de milaneses únicamente armados de tomates podridos. A escondidas habían ido a parar a Bort, entremezclándose con los fantasmas bortianos. No querían ni oir hablar de volver a la Tierra. Pero ¡ay de ellos! si hubieran confesado ser unos clandestinos. Así que le dieron vueltas al asunto. Y dicho y hecho.
Se colocaron en la cabeza de la columna, cuando todos creían que el que indicaba el camino era el viejo y sabio fantasma, quien se había quedado dormido volando con el grupo. Y en vez de dirigirse hacia la Tierra se encaminaron hacia el planeta Picchio, a trescientos millones de miles de kilómetros y siete centímetros de la Tierra. Era un planeta habitado únicamente por un pueblo de ranas miedosísimas. Los fantasmas de Bort se encontraron a gusto, por lo menos durante unos cuantos siglos. Después parece que las ranas de Picchio dejaron de asustarse de los fantasmas.

TERCER FINAL: Llegaron a La Luna

...En unos minutos, viajando a la velocidad de la luz, se encontraron en el territorio de la Luna y ya se preparaban para pasar a la Tierra, y poner manos a la obra, cuando vieron que por el espacio se acercaba otro cortejo de fantasmas.
¡Hola! ¿Quién va?
¿Y quiénes sois vosotros?
No vale, nosotros os lo hemos preguntado primero. Contestad.
Somos fantasmas del planeta Tierra. Nos marchamos porque en la Tierra ya nadie le tiene miedo a los fantasmas.
¿Y a dónde vais?
Vamos al planeta Bort, nos han dicho que allí hay mucha guerra que dar.
¡Pobrecillos! ¿Pero os dais cuenta? Justamente nosotros nos largamos del planeta Bort porque allí los fantasmas ya no tienen nada que hacer.
¡Cáspita! Con esto no contábamos. ¿Qué hacemos?
Unámonos y busquemos un mundo de miedosos. Habrá quedado alguno, aunque sólo sea uno, en el inmenso espacio...
Bien, de acuerdo...
Y eso es lo que hicieron. Unieron los dos séquitos y se hundieron en los abismos, refunfuñando de mal humor.


¿Qué final te gusta más?

¡¡V O T A  !!

El plazo termina el próximo viernes  19 de abril


ANÍMATE  Y ESCRIBE 


UN COMENTARIO INVENTÁNDOTE 

OTRO FINAL, ¡¡LA IMAGINACIÓN AL PODER!!



FINAL DEL AUTOR:

El primer final no me gusta: ¿cómo un tamborilero alegre y generoso se va a convertir de repente en un salteador de caminos? El tercer final no me va: me parece una maldad poner fin a la magia para castigar una pequeña, inocente curiosidad. La curiosidad no es un defecto. Si los científicos no fueran curiosos, nunca descubrirían nada nuevo. Estoy por el segundo.

10 comentarios:

  1. LUGAR INESPERADO:
    Los fantasmas iban dirección a la Tierra pero de repente , apareció de la nada una nave espacial que sacó una luz y puf ya estaban dentro de esa nave.
    Estuvieron mas de mil días viajando y antes de aterrizar un ser extraño miró a todos los fantasmas y empezó a tocar unos botones que había en una mesa.
    Enseguida empezaron a ponerse luces y a sonar algo extraño y se pusieron a bailar y el ser extraño se preguntó :
    -No puedo entender cómo pueden bailar con un politono del móvil que grita, para hacer eso hay que ser un poco Tontos.
    Los fantasmas estaban bailando pero todos pararon porque aterrizaron y todos cayeron al suelo.
    Los fantasmas salieron y vieron un montón de seres extraños como el señor que tocó todos esos botones , llevaban armas de el futuro y había coches voladores .
    Los agentes extraños llevaron a todos los fantasmas a una habitación y pusieron un cierre antifantasmal y tres agentes en la puerta.
    Los fantasmas, extrañados ,pensaron un plan para salir de allí y decidieron votar para ver quién quería salir de allí.
    Todos querían salir de aquel sitio tan raro y con ayuda del sabio consiguieron la contraseña de mas de un millón de número para escaparse.
    Todos salieron de aquella jaula y pensaron el modo de salir de allí y sin querer el fantasma apodado el gordaco (porque estaba rellenito) toco con su barriga una mesa y cayeron las tablets, televisión el I phone 1000000 .
    Los agentes escucharon algo raro y decidieron echar un vistazo y como los fantasmas oyeron la conversación de ver si abrían o no abrían estos pusieron todo en la puerta y en la manivela digital una silla digital para obstruir el paso.
    Los fantasmas salieron por la ventana eléctrica y todos los agentes de los parques y zonas de la ciudad se alarmaron y empezaron a disparar rayos, pero no sabían que los fantasmas no se le puede tocar ni nada , solo ver.
    Todos salieron de ese sitio y le pidieron consejo a el sabio para que pusiera en una pizarra digital táctil el camino de vuelta.
    Al millón de años llegaron a su planeta de vuelta , pero el gordaco tardo mil años más y nunca más decidieron irse de su planeta aunque ya no asustaran.
    Realizado por :Carlos Ortiz Gil

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  2. Cuando llegaron a la Tierra, empezaron a asustar a niños, jóvenes, adultos, ancianos...
    Los fantasmas estaban felices porque sabían que por fin tenían trabajo, estaban instalados por todas partes de el planeta Tierra, pasaron años y años y los humanos fueron acostumbrándose, y tenían otra vez el mismo problema que cuando vivían en el planeta Bort.
    Un día el jefe de los fantasmas los reunió a todos en Europa para hablar sobre el problema, decidieron no asustar nunca mas y ser amigos de los humanos.
    Los humanos se acostumbraron a ellos y todos fueron felices y vivieron contentos.
    Alba Serrano Mañas

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  3. SE PERDIERON:
    Volaron y volaron hasta estar muy muy cansados. Pararon a descansar pero no veían nada. Todos se preguntaron dónde estaban pero ninguno obtuvo la respuesta. Miraron a su alrededor pero seguían sin saber nada. Siguieron hacia delante y encontraron un mini planeta que en el que solo habían dos árboles un banco y un extraterrestre en un puesto de perritos. Se pidieron uno cada uno y cuando terminaron de comérselo y de descasar volvieron al lío y siguieron volando horas y horas de un lado al otro sin encontrar respuesta. Todos comprendieron que se habían perdido y que nunca encontrarían su casa. Estaban muy cansados y empezaron a cerrar los ojos hasta no volverlos a abrir nunca a pesar de ser fantasmas. Se habían ido por dos veces del mundo y sin poder decirse adiós entre ellos...
    FIN
    Realizado por: Sabina Richards Fernández

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  4. SORPRESA:
    Cuando llegaron al planta Tierra, estaban muy contentos por que podría empezar a asustar a la gente de una vez, pero decidieron asustar al día siguiente, por que llegaron muy cansados por el viaje. Al día siguiente, todos se levantaron por la mañana muy temprano para empezar a asustar, después de tanto tiempo sin hacer que las personas se asustes, tenían muchas ganas. Llegaron a Madrid, a un pueblo y vieron a un niño. Entonces, algunos fantasmas fueron a asustarlo, pero el niño tenía al rededor de 17 años. El chiquillo veía que la tapadera de su botella se movía, pero pensaba que era el viento. Después, se movió la mesa de un bar, pero sabía que no era el viento. En vez de asustarse, pensó en que no era nada y siguió su camino. Los fantasmas se quedaron un poco extrañado por no haber conseguido asustarlo. Se pusieron tristes, y decidieron ir a otro lugar para asustar a mas niño, por que con este no funcionó.
    Realizado por: Marina Navarro Torres.

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  5. En la mitad del camino, se quedaron sin combustible, pararon en una gasolinera espacial, en la que entraron para comprar algo de picar. Al salir se subieron en su vehículo y se fueron rumbo al Planeta Tierra. Cuando estaban a 2.468.795km de distancia, la policía espacial los detuvo , ¡porque habían robado un vehículo! aunque en verdad se habían equivocado de vehículo. Como ellos no sabían lo que había pasado, no pudieron responder a ninguna pregunta del interrogatorio. Después, de estar 3 días en la cárcel los dejaron en libertad . Como no tenían vehículo ni dinero para ir al Planeta Tierra ni a ningún otro lado se quedaron en un planeta llamado Boi-Boing que estaba a menos de un kilómetro de distancia.
    Realizado por: Naomy Vargas Guzmán

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  6. VOLVIERON AL PLANETA BORT:
    A mitad de camino, no se sabe cómo (quizá era de la edad) le dio un infarto al sabio fantasma, el único que se sabía el camino. Siguieron volando y volando, pero perdieron de vista la Tierra. Un fantasma dijo de repente:
    - No podemos seguir. Nos hemos perdido.
    Y otro, bastante egoísta, dijo:
    - No no, fantasma, no nos hemos perdido, aún vemos el planeta Bort, ¿o es que eres ciego? Está detrás tuya, muy grande, (porque estaba muy cerca) como siempre, porque somos unos vagos y lentos y nunca nos alejamos más de unos 100 o 150 metros de él. Tenemos que aprender a ser más fuertes y resistentes, somos de mantequilla, vamos... ¡Me decepcionáis mucho!
    De repente, dijo otro fantasma entrometido:
    - Oye, viejo engreído, a parte de que tú eres no de os más lentos y no tienes razón de decir eso, ¡somos muy lentos porque llevamos una bola metálica que pesa 300 kilogramos y es muy difícil volar, porque aún hay gravedad (y bastante) del planeta Bort, así que te vas callando!
    - ¡¿Disculpa, qué me has dicho?! Relaja esa lengua, esas palabras, que son muy muy feas. -Dijo el anciano fantasma- Además, yo soy muy guapo, te callas tú.
    Dijo otro fantasma en contra del anciano:
    - Oye, que tú eres muy feo y viejo, el otro fantasma tiene razón, ¡no podemos andar con esta bola gigantesca con cadenas! Te callas tú, viejo feo egoísta.
    Pronto se desató una gran discusión entre fantasmas. Que si es la bola de 300 kilos, que si no soy viejo ni feo, que si eres ciego porque lo tienes delante de tus narices... Al poco tiempo, el fantasma más sabio de ese grupo, dijo:
    - ¡¡Silencio!! Parad de discutir, y como veo que no avanzamos, será mejor volver a Bort. ¡¡Andando (más bien, volando), que a quien no se vuelva lo dejamos aquí, en medio del frío y siniestro Universo!!
    Todos le hicieron caso, y al final volvieron a Bort. Pero, le dieron una sorpresa los bortianos, ¡como se habían olvidado de ellos, le volvían a asustar, además se les habían olvidado todos su sustos!
    Siguieron asustando, los felices y contentos fantasmas, a los bortianos.
    FIN
    Realizado por: María Matínez Bedmar 6ºB

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  7. SE LES AVERIÓ EL VEHÍCULO:
    Como estaban cansados, a mitad del camino alquilaron un vehículo y cuando estaban a 5 o 6 kilómetros de la Tierra, se apagó el motor y el vehículo fue cayendo hasta que cayeron en un planeta llamado SF (Sólo Fantasmas). Como no sabían lo que significaba, entraron con la esperanza de asustar a alguien y divertirse hasta que supiesen lo que hacer con la nave.

    Cuando era de noche, fueron de casa en casa y se dieron cuenta de que TODOS los habitantes de aquel planeta eran fantasmas. Aún así, se divirtieron, hicieron nuevos amigos y decidieron quedarse a vivir, de vez en cuando se iban de vacaciones a la Tierra y asustaban a mucha gente.

    FIN.

    Daragh O'Brien Arias

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  8. Lucía Verdegay Fernández22 de abril de 2013, 13:10

    NO ENCONTRARON NINGÚN PLANETA

    Cuando llegaron al planeta Tierra, empezaron a asustar a cualquier persona que se encontraban. Como a todas las personas que intentaban asustar intentaban buscar una explicación lógica a las cosas que les hacían los fantasmas, decidieron marcharse de allí.
    Intentaron buscar otro planeta, pero todos ya se habían inmunizado, o estaba deshabitado, o no les hacían caso ...etc.
    Entonces, decidieron quedarse en un planeta deshabitado que era muy bonito y agradable. Allí se quedaron a vivir y decidieron no volver a asustar a nadie nunca mas. Solo tener una vida normal.
    FIN
    REALIZADO POR: Lucía Verdegay Fernández

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  9. Los fantasmas pararon en un lugar desconocido. Na había nada de nada pero ellos fueron a explorar.1 hora después no encontraron nada y no tenían mapa para saber donde estaban.
    Decidieron volver a casa pero cuando subieron a la nave...¡no les quedaba combustible! ellos estaban muy asustados y pensaron que hasta que no pasara una nave no se salvaría.

    1 día por la mañana estaban muertos de hambre y nadie pasaba por allí. A los 3 días paso una nave y se pudieron salvar. Quien los rescato era uno de sus amigos y el llevaba un mapa. Lo miraron y ... ¡estaban en Marte!
    Cuando volvieron a casa contó las aventuras y todo lo que había pasado por llegar a casa.
    FIN
    REALIZADO POR: Marina Martínez Vlasova

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  10. Fueron al planeta tierra y se pusieron contentos porque podían asustar a mas personas pero cuando llegaron no pudieron pasar porque decidieron no asustar a mas gente des de ese momento por que era muy cansado pero así paso que cada uno se fue y no les hicieron mas bromas desagradables.
    Realizado por: Pilar Soriano González

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