domingo, 26 de mayo de 2013

EL TELÉFONO, SIGUIENDO EL HILO DE LA CONVERSACIÓN





Los humanos somos animales comunicativos a los que nos encanta hablar. Estamos horas y horas hablando con otras personas en la calle, en el patio, en casa... Y cuando no tenemos personas cerca, las llamamos y hablamos por teléfono.

Pendiente de un hilo
¿Cómo es que nos oímos? Los sonidos son ondas, como las ondas que provoca una piedra que cae en un charco, pero en el aire. Cuando hablamos directamente en un vaso, las ondas que salen de nuestra boca hacen vibrar el fondo del vaso.
Esta vibración se transmite al hilo que hemos colocado, que empieza a vibrar, enviando el mensaje en forma de onda al otro vaso. Las ondas viajan más fácilmente por el hilo que por el aire: el hilo es mejor conductor de ondas sonoras. Cuando llega al otro vaso, la onda del hilo se transmite al culo del vaso, el cual vibra para producir el mismo sonido que lo ha generado: la voz.
Hilando fino
Los teléfonos que usamos, más o menos, funcionan igual. Cuando hablamos al micrófono del teléfono, éste también vibra y es esta vibración la que se reproducirá en el auricular de quien esté al otro lado de la línea. Lo que cambia es la manera de transmitir la señal. En el teléfono, las ondas mecánicas de la voz se transforman en ondas eléctricas (formadas por electrones), y son estos electrones los que forman la onda que transporta laseñal por los cables. El cable del teléfono pues, no hace falta que esté tensado porque no transmite la onda del mismo modo que el hilo. La pequeña medida de los electrones y la característica de los cables telefónicos hacen que la señal llegue mucho más lejos que con un hilo y dos vasos.
¿Y los móviles? ¿Dónde tienen los hilos? Evidentemente, no tienen. La idea de los teléfonos móviles es la misma, pero en este caso la onda entre el micrófono y el auricular se envía por el aire en forma de ondas de radio (electromagnéticas).

El teléfono más sencillo

Materiales:
-2 vasos de plástico
-Un hilo muy largo
-Algo puntiagudo

Cómo hacerlo:
Cogemos dos vasos de plástico y les hacemos un agujero en la base de cada uno. Por los agujeros pasamos los extremos de un mismo hilo o cuerda. Alejaros, hasta que el hilo esté bien tensado. Ahora hace falta que uno se ponga el vaso en la oreja y oirá qué le dice el otro, quien hablará a través de su vaso (no hace falta gritar). Es importante seguir un orden sino os podéis encontrar los dos con los vasos en las orejas y no oiréis nada.
REALIZADO POR:
Sabina Richards Fernández

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