Los
humanos somos animales comunicativos a los que nos encanta hablar.
Estamos horas y horas hablando con otras personas en la calle, en el
patio, en casa... Y cuando no tenemos personas cerca, las llamamos y
hablamos por teléfono.
Pendiente
de un hilo
¿Cómo
es que nos oímos? Los sonidos son ondas, como las ondas que provoca
una piedra que cae en un charco, pero en el aire. Cuando hablamos
directamente en un vaso, las ondas que salen de nuestra boca hacen
vibrar el fondo del vaso.
Esta
vibración se transmite al hilo que hemos colocado, que empieza a
vibrar, enviando el mensaje en forma de onda al otro vaso. Las ondas
viajan más fácilmente por el hilo que por el aire: el hilo es mejor
conductor de ondas sonoras. Cuando llega al otro vaso, la onda del
hilo se transmite al culo del vaso, el cual vibra para producir el
mismo sonido que lo ha generado: la voz.
Hilando
fino

¿Y
los móviles? ¿Dónde
tienen los hilos? Evidentemente, no tienen. La idea de los teléfonos
móviles es la misma, pero en este caso la onda entre el micrófono y
el auricular se envía por el aire en forma de ondas de radio
(electromagnéticas).
El teléfono más sencillo
Materiales:
-2
vasos de plástico
-Un
hilo muy largo
-Algo
puntiagudo
Cómo
hacerlo:
Cogemos
dos vasos de plástico y les hacemos un agujero en la base de cada
uno. Por los agujeros pasamos los extremos de un mismo hilo o cuerda.
Alejaros, hasta que el hilo esté bien tensado. Ahora hace falta que
uno se ponga el vaso en la oreja y oirá qué le dice el otro, quien
hablará a través de su vaso (no hace falta gritar). Es importante
seguir un orden sino os podéis encontrar los dos con los vasos en
las orejas y no oiréis nada.
REALIZADO
POR:
Sabina
Richards Fernández
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