sábado, 11 de febrero de 2012

EL COLEGIO ENCANTADO



EL COLEGIO ENCANTADO

Érase una vez un colegio lleno de niños. Un profesor estaba loco porque los niños eran como monstruos. Unos niños llamados Juan, Ramón y David fueron a investigar lo que le pasaba al profesor.

Los niños bajaron al sótano haber si estaba hay, pero no estaba, fueron al comedor y si estaba con unas gafas muy raras. A Ramón se le escapó una canica y el profesor escuchó la canica y lanzó una cuchilla y casi le da a David.

Juan le dijo al profesor:
-¿Por qué no se lo has dicho al director?
- ¡Por que no me dio la gana! le lanzo un cuchillo a Juan.

El profesor le dio al botón de la trampilla y Juan, Ramón y David se salvaron de chorra. Juan, Ramón y David intentaron salir de ahí pero el profesor cerró la puerta y les dijo, si se lo chivas Juan me echaran del colegio y yo le cortaré la cabeza a tu madre, Juan le dijo al profesor, y si se chiva otro, pues le cortaré la cabeza a su madre.

A Ramón le tenía hasta las narices y le tiró todas sus canicas y se fueron corrieron, el profesor se puso a llorar como una nena. El profesor fue a la clase pero mando a los niños para darle una sorpresa.

Juan, Ramón y David fueron a una casa en ruinas para que el profesor no le diera esa sorpresa.
La sorpresa era muy chula para el profesor. Pero Juan, Ramón y David fueron al colegio a ver esa sorpresa que había preparado para ellos.

La sorpresa seguramente sería muy muy mala, pero no fue así era una fiesta sorpresa, Juan, Ramón y David sabían que era una trampa, en la piñata seguramente habrá cuchillas pero David se llevo por la fiesta y iba a romper la piñata, pero cayeron caramelos en vez de cuchillas.


Juan gritó:
¡a por ellos!

Pero los niños lanzaron caramelos y Juan, Ramón y David, se creían que eran caramelos explosivos porque los niños se fueron corriendo, de la clase un niño se quedo en la clase y se sacó una granada y se la comió entera.

Otro niño sacó una bomba y se la tiro a Ramón, todos se quedaron inquietos pero no explotaba, ¡ERA DE MENTIRA! Juan, Ramón y David se confiaron, pero justo entonces, los niños y atacaron con pistolas de mentira.
Todo era una broma Juan, Ramón y David se cabrearon con el profesor y los alumnos y siguieron con la fiesta.
FIN

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