sábado, 11 de febrero de 2012

PEDRO, EL GORDINFLÓN


PEDRO, EL GORDINFLÓN

Erase una vez un niño llamado Pedro que todos los niños del colegio y quien pasaba por su lado le decían:

-Jajaja... Que niño más gordo!!

Pedro siempre estaba triste pero una niña de su clase llamada Lucía era la única niña que no le decía que era gordo. Un día Pedro y Lucía salieron juntos a pasear y Pedro le dijo que se quería ir pronto a su casa porque si se encontraba con alguien le iba a decir muchas cosas malas de él. Lucía le dijo que no importaba estar gordo porque ella no le decía nada.
Pedro por la noche después de volver con Lucía, en su casa se estuvo duchando y de repente vio una luz muy roja y después cuando se iba a dormir vio otra luz pero blanca. Al día siguiente cuando estaba en el colegio encima de su lápiz apareció una luz roja que era un diablillo malo y en su estuche apareció una luz blanca que era Dios. Pedro no sabía lo que veía y le preguntó al diablillo:

-¿Quién eres? ¿Te conozco?.

El diablillo le dijo que el iba a la Tierra para hacer “feliz” a las personas pero Pedro no se lo creía porque él sabía que los diablos no hacen feliz a las personas.
Cuando Pedro salió del colegio apareció Dios y le dijo que el diablillo lo que quería es hacer que comas más y que engordes más para que todos se rían de ti. Pedro le respondió:

-¿Todo estoy que estoy viendo y que estoy escuchando son imaginaciones mías o está pasando en la realidad?

Pedro como ya se dio cuenta de que estaba en la realidad les dijo que pararan de discutir de una vez y que le explicasen lo que hacían en la Tierra y que hacían con él. De repente se marchó el diablillo.
Pedro cuando volvieron Dios y el diablillo les dijo que les dejara porque no servía nada de lo que les decían, así que se fueron los dos.
A los años cuando Pedro estaba solo en su casa apareció un hada de la altura de Pedro como una humana y Pedro se asustó. Creía que le iba a hacer daño porque como estaba solo...

El hada le dijo a Pedro que como le habían llamado desde su “planeta” para ayudarle porque tenía un problema fue hasta allí. Pedro estuvo convencido porque sabía que en los cuentos que el había leído como el de cenicienta sabía que las hadas hacían tu sueño realidad y que son buenas. Entonces el hada le dijo que solo podía comer una vez al día y que coma poco y que no se preocupe porque no se va a morir porque ella le daría la comida que necesita para un día porque esa comida afecta para todo el día.
Pedro estaba convencido de que quería hacerlo y así lo izo (con tal de adelgazar)...
Cuando ya pasaron unos meses Pedro se pesó y el hada le dio una báscula que mide lo mas mínimo de los pesos del mundo. Cuando esta gordinflón pesaba 100 kilos y ahora pesaba.............. ¡50 kilos!
Pedro no se lo podía creer pero lo que le preocupaba también era el cuerpo porque los murlos y la barriga la tenía inflada, como un globo hinchado. El hada le dijo:

-Hijo mio, yo ya tanto no se que hacer pero bueno intentaré hacer lo que puedo...

Pedro estaba contento pero a la vez triste.
Al día siguiente como tenían gimnasia en el colegio y se tenían que pesar para ver como van, por si pesan mucho, poco, normal...
Cuando le tocó el turno a Pedro estuvo muy nervioso por si pesaba mucho pero cuando se pesó pesaba ¡50 k! Todos los niños y niñas de la clase de Pedro se quedaron con la boca abierta porque el peso mas pequeño era el de Pedro pero aún así algunos le decían que era muy gordo. Cuando Pedro volvió a su casa se encontró con la hada y la hada le dijo:

-Tengo muy buenas noticias, tengo un antídoto que hace que se te quite la grasa de todo el cuerpo y así estarás como un niño normal y corriente.

Pedro aún menos se lo podía creer pero el hada le dijo que una vez a la semana porque ese antídoto hace mucho efecto y es mejor echarse poco porque si no le puede causar grandes enfermedades.
Pedro cumplió todo lo que le dijo el hada y a los 8 meses estaba..... ¡¡¡Como un niño normal y corriente, con su peso normal y todo normal!!!

Finalmente Pedro se chuleaba un poco del cuerpo que tenía y el peso y se despidió del hada, le dio las gracias y... ¡hasta lloró!

1 comentario:

  1. ¡Me encanta este cuento y estoy contenta de que Pedro sea feliz! Me está gustando mucho esta actividad.
    Marina Navarro Torres

    ResponderEliminar