Un
hombre llamado Matmos era un prisionero de Skyrim y le iban a cortar
la cabeza. Ya le iban a ejecutar y un dragón atacó la aldea y
Matmos tuvo la oportunidad de escapar. Se fue a la aldea de al lado y
allí compro una armadura y armas con el dinero que había robado del
cadáver del verdugo.
Se
fue al templo del dragón Arcor para matarlo y conseguir su piel y
sus poderes. Fue a lo dentro del templo pero no veía el dragón
Arcor, solo veía esqueletos vivientes y bolsas de oro. Cuando Matmos
se decidía a salir del templo apareció Arcor. El guerrero
desenvaino su espada de diente de dragón y luchó con el dragón
hasta matarlo. Solo pudo matarlo clavándole la espada en el corazón.
Cogió su piel y luego le abrió la barriga para poder coger su gema
de poder y poder tener sus poderes. Finalmente volvió a Skyrim,
venció a todos los caballeros y fue nombrado rey de todo Skyrim.
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