Erase
una vez unos niños llamados Rubén, Mario y Juan que tenían los
tres 11 años. La aventura que les pasó fue muy divertida: los tres
vivían en Aguadulce y como ahí no hacía frío se fueron un mes o
dos al polo sur.
Durante
el viaje iban cantando una canción muy chula: era ser una vez un
circo que siempre alegraba el corazón. Y los padres se volvieron
locos por esa canción y un padre se tiró por la ventanilla del
coche.
A
los niños les daba igual quien se tiraba por la ventanilla del
coche.
Cuando
los niños llegaron al polo sur, se tiraron por la ventanilla y
cayeron a la nieve, llevaban camiseta corta porque eran unos catetos,
eran muy bestias y decían que no tenían frío. Se fueron a la casa
de un anciano, cuando entraron se tomaron un chocolate caliente y los
niños se dieron cuenta que el anciano era gordo, con barba blanca,
un traje rojo y los niños cuando se dieron cuenta gritaron ¡¡¡Papa
noel!!!.
papa
noel estaba durmiendo y cuando escuchó a los niños gritar se asustó
.
Se
escondió en el armario porque tenía miedo del susto.
Los
niños se escondieron debajo de la cama para asustarle otra vez.
Pero
los niños lo único que querían eran un puñado de regalos para
jugar con algo.
Papa
noel dijo que no porque eran malísimos y unos diablillos de
pacotilla.
Los
niños se fueron de allí y se fueron al desierto. Allí se
encontraron a los Reyes Magos y los niños les cogieron el oro y se
fueron otra vez a Aguadulce y pensaron hacer siempre esos dos viajes
en navidad el oro y los regalos.
FIN
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