HÉRCULES
Y ACMENA
Hace mucho tiempo,
en Roma, nació Hércules.
Era hijo de Zeus, el
dios de los dioses, y Hércules debía ocupar su lugar.
Sus primeros años
los pasó con su padre, y vivía genial en el cielo de Roma.
Cuando Hércules se
hizo mayor, decidió que quería ver el mundo del exterior, pero su
padre no quería, porque si lo veían los humanos, tendrían un
problema gordo en el cielo.
Un día, Hércules
decidió salir del cielo a escondidas. Cuando salió se sintió
diferente. Se miro y...¡SE HABÍA VUELTO MUY FUERTE!
-¿Que me ha pasado?
Hércules se sentía
muy bien, pero no sabía si volver. Al final decidió explorar.
Se sentó en un
banco, y vio que venía hacía a él una hermosa chica.
-Hola - le dijo
ella.
-Hola, ¿Como te
llamas?
-Soy Acmena, ¿Y tu?
-Soy Hércules.
Bueno... tengo que irme. Adiós.
Se fue rapidísimo
al cielo, y cuando entró, ya no era súper fuerte.
Desde entonces, en
secreto, se veía con Acmena en el mismo sitio de siempre, hasta que
al final empezaron a salir.
Un día, Zeus se dio
cuenta de que Hércules se había ido del cielo.
-Hércules, te dije
que no salieras del cielo. Has conseguido que me enfade. Ahora te
vigilaré cada segundo del día.
Hércules estaba muy
triste por no ver a Acmena, y viceversa.
Un día, Hércules
presintió que algo malo le pasaba a Acmena, y se dio cuenta de que
Zeus la estaba matando porque sabía que por ella Hércules salía
del cielo.
Hércules fue a
buscarla y con sus poderes sobrehumanos rescató a Acmena. Él le
explicó a su padre lo que sentía por ella, y Zeus lo entendió y
dejó que Hércules y Acmena estuvieran juntos. Pero Hércules quería
estar todo el tiempo con Acmena y renunció a ser un dios.
FIN
Realizado por: Lucía
Verdegay Fernández
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